Durante la década de 1980, las cosas no iban muy bien en la Unión Soviética. La nación estaba plagada de graves problemas en múltiples niveles: ni la agricultura ni la economía pudieron satisfacer las necesidades del país. Las fábricas producían productos de mala calidad, lo que hacía que los clientes solo pudieran comprar productos de baja calidad. La dimensión adicional fue la opresión cada vez mayor que se manifestó muy claramente en libertades sociales severamente limitadas, entre otras cosas. Mikhail Gorbachev, el secretario del Partido Comunista en ese momento, buscó cambiar estos temas a través de una serie de políticas, una de las cuales era la Perestroika.
Condiciones de la perestroika
La perestroika fue un intento de reconstruir y democratizar el marco económico y político del Partido Comunista de la Rusia Soviética. La política de Gorbachov intentó abolir el control en todo el país de los precios de los productos y servicios con el fin de desmonopolizar el mercado e introducir nuevas prácticas capitalistas de orientación occidental. La perestroika también ha permitido a los ciudadanos soviéticos influir en las decisiones políticas, aunque sea ligeramente. Sin embargo, a pesar de lo optimistas que fueron estos intentos, el progreso previsto no fue como lo planeó Gorbachov.
Resultados
Dadas las estrictas condiciones en las que vivió el pueblo soviético durante mucho tiempo, los cambios codiciados fueron difíciles de procesar para ellos. Las políticas que se implementaron no fueron de acción rápida y la gente encontró la situación confusa e inquietante que resultó en disturbios y caos generalizado.
Los miembros de la “clase alta” económica, que se encontraban en una posición privilegiada antes de la introducción de la Perestroika, claramente no querían que se produjeran los cambios, ya que significarían graves golpes para su estatus de poder. Para frenarlo, optaron por entorpecer las políticas.
Volumen
Cuando se trata de política, junto con la Perestroika, Gorbachov también estableció otra política crítica, llamada Glasnost. Se refiere a un conjunto de reformas que apuntan a crear un espacio de libertades políticas y derechos civiles más liberales. La idea detrás del nombre (Glasnost significa “apertura”) se refleja en el concepto de dar a las personas la capacidad de expresarse libremente y de esa manera tener una mayor influencia sobre las decisiones políticas que las afectan directamente. Esto ha resultado en el descubrimiento de la corrupción masiva que estaba teniendo lugar dentro del gobierno, así como el verdadero estado en el que existía la Unión Soviética. Sin embargo, la falta de reglas estrictas a las que la gente estaba acostumbrada, la occidentalización de prácticas profundamente arraigadas, así como la realización de actos delictivos realizados por el gobierno, en realidad crearon un pánico en toda regla.
Gorbachov, como era de esperar, perdió mucho del apoyo anteriormente fuerte dentro de su Partido Comunista, ya que las reformas descentralizaron al gobierno y el Partido ya no estaba en una posición dominante. En 1988, Gorbachov anunció la retirada de las tropas soviéticas del Bloque del Este y declaró que no interferirían en sus asuntos en el futuro. Las políticas introducidas por Gorbachov estuvieron en marcha hasta 1991, cuando Rusia eligió por votación popular a su primer presidente, Boris Yeltsin.
Ni siquiera un año después, Europa fue testigo de la gran caída del Muro de Berlín y de toda una serie de pequeños pero poderosos movimientos independentistas inspirados en la Perestroika, que democratizaron varios países de Europa del Este.