Unión del Magreb Árabe
La Unión del Magreb Árabe (UMA) es una unión formada por Túnez, Argelia, Marruecos, Libia y Mauritania con el objetivo de mejorar el comercio entre los países miembros. Sin embargo, se considera inactivo porque no ha hecho ningún progreso particular desde sus inicios. De hecho, la gran reunión celebrada por los Estados miembros se remonta al año 2008.
Creación de la AMU
El sindicato se formó el 17 de febrero de 1989 en Marrakech, Marruecos. Inicialmente, la idea de la unión se había propuesto ya en 1956 después de que Marruecos y Túnez obtuvieran la independencia. La primera cumbre a la que asistieron estos países miembros se celebró en el Magreb en 1988. El objetivo principal de la unión era garantizar la cooperación en la región y la uniformidad institucional. Algunos de los objetivos del sindicato son:
i) Participar en el diálogo internacional.
ii. Asegurar la independencia de sus miembros.
iii. Proteger el patrimonio de los miembros, entre otros objetivos.
De hecho, la región se jacta de algunos recursos naturales como reservas de gas, fosfatos y reservas de petróleo, entre muchos otros recursos. La proximidad de la región a Europa había añadido otra ventaja. Los países miembros ocuparon la presidencia mediante la rotación.
Operaciones y desafíos
Los pioneros de la unión tenían la intención de unir a los países miembros para cimentar los lazos políticos y económicos. Dado que la mayoría de los países de esta región están formados principalmente por musulmanes, se esperaba que la unión se fortaleciera. Además, los nuevos estados independientes estaban ansiosos por resolver problemas a nivel regional para acelerar el progreso social y político. La disponibilidad de minerales y el hecho de que la región se encuentre cerca de Europa generó expectativas.
Sin embargo, las ambiciones de cooperación regional de AMU se han visto afectadas por muchos factores. Para empezar, los líderes fueron un obstáculo importante para el buen funcionamiento del sindicato debido a diferencias políticas. Por ejemplo, los presidentes marroquí y libio se saltaron las reuniones celebradas en Argel, lo que hizo que Argelia transfiriera la presidencia a Libia en 1994. Como resultado, aumentó la tensión en los estados miembros.
La decisión de transferir la presidencia no fue bien recibida por algunos miembros. El entonces presidente libio, Muammar Gaddafi, sugirió que había llegado el momento de poner al sindicato en un “congelador”. Los países miembros no estaban contentos debido al gobierno de Gaddafi. La forma de gobernar del presidente libio era cuestionable ya que muchos temían sus reglas dictatoriales. En consecuencia, la medida generó más tensiones en una unión ya volátil.
Otro desafío para el sindicato fue resolver los problemas entre Argelia y Marruecos. Los dos países habían paralizado las operaciones y reuniones del sindicato a principios de la década de 1990 mientras luchaban por el Sáhara Occidental. Los dos países han estado en constante conflicto a pesar de las intervenciones diplomáticas y Marruecos integró el Sáhara Occidental en su reino, ante la oposición de Argelia. A pesar de la declaración de independencia del Sáhara Occidental como República Árabe Saharaui Democrática, Marruecos no cedió. Argelia ha apoyado la soberanía de los saharauis desde entonces. Es a través de tales desacuerdos que el sindicato no ha podido recuperar.
Además, la inestabilidad política de Libia ha paralizado aún más al sindicato. Cuando Gaddafi fue derrocado, la región se ha convertido en un foco mundial en la trata de personas. Las tensiones políticas y los desacuerdos han resumido los problemas sindicales que van en aumento.